Cerca de la
sexta luna de Hadar, existe una patata gigante, robusta pero sin
brillo alguno, rica en almidón, alimento único de los Doudes, quienes le hacen cosquillas en el vientre.
-Debo
regenerarme constantemente- le dijo la patata a Karuta con una voz estruendosa.
Hace mucho tiempo que dejé de
escuchar gastadas promesas que me decían: ¡Cuando tengas el poder... todos comerán kétchup de entre los dedos de tus pies! y luego les dejarás
lamer tu cáscara
magullada con placer. Ahora sé que mi mejor talento, es encontrar el talento en los Doudes. Los considero mi principio y mi fin. Solo ellos poseen la clave que descifra mi geografía, la cual nació del caos, se ha prolongado por debilidad y fenecerá
por simple casualidad,
no como polvo, sino como diamante, fundido en la luz eterna del &R (éter).
No hay comentarios:
Publicar un comentario