- El misterio profundo del &R [éter] abrió su ojo trascendental y en su visión se formó la realidad. Sobre el insondable manto universal el Caos emergió de entre el plomo, el hidrógeno y el cesio; la fuerza del azufre y el argón fundió las nebulosas, extrayendo de sus entrañas galaxias y cometas de impresionantes caudas. En los rescoldos de esta magnífica ignición quedaron impregnadas la ira, la avaricia y la pereza. Inmensas olas de lujuria, soberbia y vanidad centelleaban desde las mentes encarnadas sinrazón. La mentira creaba sus demonios mientras el plutonio y el litio proyectaban a gran velocidad asteroides y meteoritos anacoretas; el magno titanio mientras, formó quásares imponentes, que junto a los agujeros negros, devoradores de polvo cósmico, conformaron el lado oscuro de la totalidad.
- El Logos por su parte, nacía en medio del oro y el oxígeno, elementos regentes de los planetas y las estrellas. De sus afables manos brotaron billones de cúmulos y púlsares hechos de calcio y rubidio. Una constelación alucinante albergaba pacientemente a la razón y a sus huestes: el amor, la fortaleza y la templanza. La verdad estaba en ebullición, alimentándose de la justicia, la palabra y los números. Más tarde, la prudencia erigió en los confines del intelecto un multiverso a partir de moléculas de curio y alquitrán, mundos que en su totalidad conformarían el lado brillante de esta nueva realidad. Comenzó entonces una pugna entre el frio y lo caliente, entre la masa y la luz.
- El Caos ansiaba conocer los secretos del Logos y éste apetecía mirar la desnudez de su contraparte. Más allá de la morfología cósmica, tanto el Caos como el Logos deseaban ser vida y existencia, precisaban crear esencia y naturaleza en forma de un ser individual. Entonces el Caos adoptó la forma convexa-masculina y la llamó Karuta. El Logos por su parte, tomó la forma cóncava-femenina y la denominó Kalma.
- Un ser dual divino, universal e infinito había sido concebido en el seno de las probabilidades, nacía como dos y como uno; como equilibrio reflexivo… de corazón profundo y altanero, espíritu abundante e inquieto, palabra conveniente y veraz, juicio intuitivo y sabio, ego manso y pertinaz, ojo simple y desconfiado, acción relajada y oportuna.
- Ambos seres iniciaron un largo viaje por separado, serían espectadores de la vida en sus perennes estados y conceptos. La travesía durará hasta el día en que han de volver a su raíz, a fundirse con la totalidad.
- Para Kalma y Karuta la eternidad es hoy, y su camino… el “para siempre”.
miércoles, 11 de febrero de 2015
&R frag...
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